jueves, 4 de septiembre de 2008

Un partido desdibujado


Como personajes salidos de un libro de historietas, los exégetas entraron al campo de juego. El dibujante estaba borracho y a muchos de ellos les faltaban partes de su cuerpo: piernas, brazos, pulmones, cabeza, etc. Apoyados unos en otros lograron a duras penas atravesar la canchita de 5 para llegar a la de 7. El calentamiento previo lo pintaba a las claras: éste sería un fútbol deslucido, opaco, más oscuro que el culo de mandela. El autor, asimismo y con la misma des-convicción, trazó gruesas y toscas líneas para la cancha y la pelota. Al cabo de cinco minutos, el partido empezó, con once, claro. Ya todos sabemos quién llegó cuando la pelota ya hacía rato que rebotaba entre los muñecos.
Los players se movieron con la misma agilidad con la que hace unas décadas manejábamos el famoso cubo mágico: nula. El que le dicen Pancho avisó que no iba a correr mucho, nadie sabía qué pensar. Seba mostró algunas pinceladas pero también estuvo apagado. Los demás en la misma sintonía, parecía un discurso de De la Rúa. Para destacar, el segundo gol consecutivo de Fer de cabeza, entrando como el huracán gustav, para empatar el partido y terminar con el suplicio, ya que al rato cayó el pincharrata "última chicos".
En lo de Tito (el nuevo chino) tomamos unos ricos licuados que él mismo nos preparó; faltó el azúcar pero sobró el amor, sobre todo porque me dejaron ganar al Asentadores, y eso estuvo muy bien chicos, se ganaron el cielo de las mascotas.

2 comentarios:

riq dijo...

Quiero hacer un ego-comentario.
Boludo, que golazo que casi hago... toquecito suave picandola sobre Pablito, semi-vaselina, hermoso... pegó en el palo y afuera.

Si entraba hacia el avioncito, la canoa, el inflador, todo eso sobre el monociclo y me iba a casa.

Javi dijo...

Bue, fue un partido de dibujos animados pero estuvo bueno, fue parejo (parejo en lo choto que jugamos) pero parejo al fin...